

Durante muchos años después estuve enviando christmas navideños por estas fechas. Durante muchos años. Hoy contemplo la puerta cerrada del número 52 que me envió una amiga a la que pedí que me facilitara un instante de mi pasado, y espero, tranquilamente, que algún día, al igual que mis felicitaciones navideñas pasaban por debajo de aquella cancela, pases tu al interior de esta Taberna del Mono Rojo, y sentada junto al fuego amigo de la entrada, al levantar tu mirada te encuentres con esta felicitación.
Hoy, cuando tan solo quedan trece días para Nochebuena, el recurso de mirar como los Magos Reyes de la imagen el punto de luz que señala la Estrella es algo bueno. En mi caso, sabes bien cual es mi luz, y como ellos observo y miro, mientras sentado me caliento en la chasca de esta Taberna que posiblemente abriera el Cipri para ti y para mi; para todos aquellos que ven como el futuro se sostiene sobre las bases de un pasado pleno de amor y colores, los mismo que hoy descubro al recordar cuando hace años un pequeño sobre transportaba mi ilusión impresa en una cartulina dibujada con olores navideños hasta el 52 de una calle. Tu calle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario