
Es la llama de mi alma cual lumbrera,
que brilla en el recinto sepulcral:
casi extinta, invisible, pero eterna…
ni la muerte la puede aniquilar.
Lord Byron.

Es irónico como el cuerpo no responde a lo que el alma en su exigencia urgentemente reclama. Materia y espíritu en etapas diferentes pero con un mismo destino, el olvido si es posible, la desaparición entonces. pero tan solo un leve recuerdo para que el yo real regresara entre materia corrupta desde el frío y oscuro cajón de la ignorancia solitaria del que ya no tiene a nadie, del que reina entre la nada, eternamente perdido, para siempre desahuciado.
1 comentario:
OOO muuy bueno quien lo escribio??? tu?? genial
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