
Miro hacia atrás, hacia los años, lejos,
Y se me ahonda tanta perspectiva
Que del confín apenas sigue viva
La vaga imagen sobre mis espejos.
Aun vuelan, sin embargo, los vencejos
En torno de unas torres, y allá arriba
Persiste mi niñez contemplativa.
Ya son buen vino mis viñedos viejos.
Fortuna adversa o próspera no auguro.
Por ahora me ahínco en mi presente,
Y aunque sé lo que sé, mi afán no taso.
Ante los ojos, mientras, el futuro
Se me adelgaza delicadamente,
Más difícil, más frágil, más escaso.
(Jorge Guillén)

Cuanto tiempo refugiado trás del tiempo, cerrando la tapa del reloj sin dejarle avanzar pensando en ti. Quizás ahora sepa más del "ti" de entonces que tu misma. Los recuerdos de cada palabra, cada paso, cada sueño. Los encuentros en mi mente, y tu, como los buenos vinos, ganando con el tiempo, ¿pero eres realmente la que en mis viajes encuentro o es tan solo la cuidada reserva que en bodega alimenté durante años?, la bella escultura artesana labrada en tiempos de silencio, de secretos.