ACERCATE Y SIENTATE UN RATO, ESTÁS EN LA TABERNA DEL MONO ROJO, AQUÍ TODA ILUSION ES POSIBLE.

ACERCATE Y SIENTATE UN RATO, ESTÁS EN LA TABERNA DEL MONO ROJO, AQUÍ TODA ILUSION ES POSIBLE.
Casi sin pensarlo nos fuimos sentando, uno tras otro, en torno a la chasca que encendió el Cipri, y asi pasamos la noche, escuchando las historias que alguien, no se quien, cualquiera que fuese, narraba despacito, creando un entorno de magia y misterio del que no queríamos salir.

QUE LA POESIA NOS SALVE DEL MUNDO

QUE LA POESIA NOS SALVE DEL MUNDO
LO IMPOSIBLE SOLO EXISTE EN TU VIDA

sábado, 12 de abril de 2008

...que ya los vientos no secan la ropa moja



Hoy el ambiente del Mono Rojo se me antoja más conocido, más cómodo. Lá música de fondo de la canción de El Barrio me lleva a recordar a esos ancianos que hablaban conmigo y que se encontraban orgullosos de su pasado, de su duro pasado.

Cada hilo de plata, cada cana fue un esfuerzo por avanzar, una tarea por hacer para sobrevivir a veces en condiciones penosas y llegar a fin de mes con la chiquillería alimentada. Gente a la que las palabras "me rindo" nunca llegaron a su mente. Gente que veía la vida como un reto y se la comían "a bocaos", sin miedos, "pa´lante" siempre, disfrutando de los momentos en que reunidos en torno al chiscón contaban las mil maneras utilizadas para disfrazar la realidad.

Amores, peleas, bautizos en casa, entierros de compañeros, trapicheos y hasta algun disgustillo con la Guardia Civil por eso del contrabando. Risas al final de todo, cachondos relatos de como el guripa exigía la factura de lo transportado. Nada era negro aunque lo pareciera, nada era triste aunque la opinión extraña asi lo viera.

Felices despertares con ganas de empezar de nuevo y volver con algo en el bolsillo. Nunca se da la batalla por perdida. Lo que usted no quiere yo si lo quiero, quizás encuentre a quien lo desee y lo compre. Eso que está tirado me vale para la casa, ¿que no es nuevo, que está usado? como yo, como todos. Eso le da valor.

Fue asi hasta el final, hasta que, como dice la cancion, se prefiere América a las habichuelas. El Barrio entiende de eso, por o menos lo canta como me contaron muchos viejales que nunca se doblegaron, que nunca cedieron y siempre vieron los colores en todo por muy oscuro que pintara.

Amargo fue su despertar, amargo cuando su mundo se transformó, cuando el desarrollo, dicen, vino a mejorar las vidas. Entonces, ya cansados, sin tirar la toalla, se sientan en el banco y contemplan. Tan solo eso, contemplan y recuerdan. Esperan de pie el final, sin doblarse, sin rendirse, con la mirada desafiante en el cuerpo roto, sin miedo,, "pa´lante" siempre, sin problemas con la vida, sin rencores. Ganado el descanso, ganando la meta, aunque "el del almendro ya no vuelva a casa por Navidad".

Otra jarra, Cipri, ésta va por ellos, por los que aguardan, por los que ya llegaron, por los que nunca cedieron.

recuerdos de gente pobre
y humildad que se pintaba con cal
la casa un caballo de cartón una muñeca de trapo
cambiar en el cole un boli por estampas
soñar despierto por un beso enamorado
dice que el sereno de la calle
no esta pendiente a quien entra o a quien sale
que ya los vientos no secan la ropa moja

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