
Lo importante es lo que se ve si te fijas, si quieres verlo. Cuando ves lo que todo el mundo, cuando no te fijas nada más que en la superficie y piensas que todo es igual es cuando se te escapa lo importante, lo esencial.
Si ves la mejestuosidad de la catedral y no te fijas en la cara del niño que aburrido está pendiente de que alguien deje de impresionarse por las piedras labradas y superpuestas y se fije un momento en él, te perderás seguramente la sonrisa que alegrará y caracterizará tu momento catedral, esa sonrisa que solo tu has conseguido descubrir y que hará que la catedral pierda el protagonismo durante unos segundos para dejar paso a la complicidad con el niño al que la catedral no le importa realmente nada y busca con quien comunicarse.
De acuerdo con el valor histórico y arquitectónico de la catedral, pero el frío de las piedras toma otro color descubriendo lo humano que hay en su cercanía, lejos de la cara de enteradillos de los visitantes a la misma, que al fin y al cabo, en su inmensa mayoría piensan "cuando se acabará la visita y nos iremos a comer", igual que el niño.La diferencia está en que este lo plasma a quien se fije, el resto no.
La oportunidad de ver como la cabezota de la pequeña golondrina de la hace tiempo me hablabas (cuando tu vecino tiraba el nido), asomando por el agujero del mismo cuando llega la madre con su alimento, es importante, es esencial, es la vida que casi nadie ve porque no está pendiente de verlo, porque realmente no importa lo esencial.
Si pasamos el tiempo esperando nos perderemos los instantes mejores de nuestra vida. Ayer lo decía mientras veía bailar en el Mono Rojo a esa pareja, hay que abrir puertas, todas las puertas. No podemos esperar que las habran por nosotros.
El ruido del agua está bien, relaja al escucharlo, pero no basta con éso, con escuchar el ruido. hay
que acercarse y unir el ruido relajante del agua con la vista de la vida que alrededor de ella seguro que se encuentra con tal solo un poco de interés por nuestra parte.

Quizás lo esencial sea eso, la busqueda indefinida para disfrutar de lo que nos rodea.
Si ya sabemos que con una vida no es bastante para apurar todos los maravillosos momentos que guarda, ¿para que perder el tiempo esperando?, todo está ahí, tan solo hay que fijarse, y disfrutarlo.
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