ACERCATE Y SIENTATE UN RATO, ESTÁS EN LA TABERNA DEL MONO ROJO, AQUÍ TODA ILUSION ES POSIBLE.

ACERCATE Y SIENTATE UN RATO, ESTÁS EN LA TABERNA DEL MONO ROJO, AQUÍ TODA ILUSION ES POSIBLE.
Casi sin pensarlo nos fuimos sentando, uno tras otro, en torno a la chasca que encendió el Cipri, y asi pasamos la noche, escuchando las historias que alguien, no se quien, cualquiera que fuese, narraba despacito, creando un entorno de magia y misterio del que no queríamos salir.

QUE LA POESIA NOS SALVE DEL MUNDO

QUE LA POESIA NOS SALVE DEL MUNDO
LO IMPOSIBLE SOLO EXISTE EN TU VIDA

jueves, 12 de febrero de 2009

TE AMO POR QUE TE AMO, POR QUE TE QUIERO YO AMAR



Te amo por todas las mujeres que no he conocido.
Te amo por todos los tiempos que no he vivido.
Por el olor del mar inmenso y el olor del pan caliente.
Por la nieve que se funde por las primeras flores.
Por los animales puros que el hombre no persigue.
Te amo por amar.
Te amo por todas las mujeres que no amo.

Quién me refleja sino tú misma me veo tan poco
sin ti no veo más que una planicie desierta.
Entre antes y ahora
están todas estas muertes que he sorteado sobre paja.
No he podido atravesar el muro de mi espejo.
Tuve que aprender la vida como se olvida
palabra por palabra

Te amo por tu sabiduría que no me pertenece.
Te amo contra todo lo que no es más que ilusión.
Por el corazón inmortal que no poseo
crees ser la duda y no eres sino razón.
Eres el sol que me sube a la cabeza
cuando estoy seguro de mí.

(Paul Éluard)


Te amo por que te amo, por que te quiero yo amar. Tu no haces nada, yo todo. Te amo por que te amo, por que te quiero yo amar. Te amo por lo que eres, o lo que quiero que seas, te amo por lo que veo o lo que quiero yo ver. Te amo por lo pasado y lo que estar por venir, o por lo que no he olvidado y quiero en mis sueños vivir. Te amo por que te amo, por que te quiero yo amar. Tu no haces nada, yo todo. Te amo por que te amo, por que te quiero yo amar.

lunes, 9 de febrero de 2009

...sería imposible retenerlo por que moriría....







Vuela mi corazón
unido con los pájaros
y deja entre los árboles
un invisible rastro
de alegría y de sangre.


Las gotas de rocío
se helaron en las manos
abiertas y floridas
de los enamorados
perdidos en la brisa.


Vuela mi corazón,
mi corazón atado
con cadenas de estrellas
a la sombra de un árbol
atado con cadenas
y con cantos de pájaros.

(José María Hinojosa)
Cuando empeñamos el corazón con algún sentimiento desbordante, al intentar reprimir sus impulsos reteniéndolo en nuestras manos, sangra y sufre por no permanecer allí donde instintivamente encuentra el calor de años de comprensión y esperanza, de manera que sería imposible retenerlo por que moriría irrremediablemente como el jilguero o colorín preso entre los barrotes fríos de una jaula, por mucho que se le mime y cuide. El corazón necesita volar hacia sus querencias naturales, e impedírselo es algo contra natura que conlleva sufrimientos y represiones difíciles de soportar. Hay que dejarlo volar, aunque sea en sueños. Ya volverá de cuando en cuando a recordarnos que vivimos precisamente por ello.

jueves, 5 de febrero de 2009

DE LA VERDAD DE AQUEL SENDERO QUE SE PERDÍA ENTRE LA PAZ DE UN PRADO.




Dime que era verdad aquel sendero
que se perdía entre la paz de un prado;
aquel otero puro que he mirado
yo tantas veces con candor primero.


Dime que era verdad aquel lucero
que se incendia casi a nuestro lado.
Di que es verdad que vale un mundo amado
y un cuerpo roto en un vivir sincero.


Di que es verdad que vale haber sufrido
y haber estado entre la mar sombría;
que vale haber luchado, haber perdido.


Haber vencido a la melancolía,
haber estado en el dolor, dormido,
sin despertar, cuando llegaba el día.


(Carlos Bousoño)

Vale todo, el haber vencido a la soledad, a la melancolía; con lo fácil que hubiera sido dejase arrastrar por las olas rompiendo contra la ilusión y la esperanza, por las olas temibles y crueles del desamor y la soledad.

Naúfragos altivos, supervivientes de la marejada de la distancia; luchadores contra el olvido cruel y despiadado que destroza sueños abrazados a una realidad interna de colores y músicas que repiten siempre el mismo estribillo del hoy y mañana, del siempre a tu lado, de la verdad de aquel sendero que se perdía entre la paz de un prado.