ACERCATE Y SIENTATE UN RATO, ESTÁS EN LA TABERNA DEL MONO ROJO, AQUÍ TODA ILUSION ES POSIBLE.

ACERCATE Y SIENTATE UN RATO, ESTÁS EN LA TABERNA DEL MONO ROJO, AQUÍ TODA ILUSION ES POSIBLE.
Casi sin pensarlo nos fuimos sentando, uno tras otro, en torno a la chasca que encendió el Cipri, y asi pasamos la noche, escuchando las historias que alguien, no se quien, cualquiera que fuese, narraba despacito, creando un entorno de magia y misterio del que no queríamos salir.

QUE LA POESIA NOS SALVE DEL MUNDO

QUE LA POESIA NOS SALVE DEL MUNDO
LO IMPOSIBLE SOLO EXISTE EN TU VIDA

domingo, 17 de enero de 2010

...DE POETAS VENCIDOS, DE SOÑADORES SIN SUEÑOS, DE VIVOS SIN VIDA,...



Ando en busca de un huidizo poema
perdido tras los laberintos del silencio.
Quizá ha quedado prisionero en el espino,
ahora mismo, cuando gime,
tatuado por el viento.
No dejó ningún rastro:
Tal vez fue devorado
por el aire irrevocable del tiempo.

¡Es que es tan frágil
como el evanescente color de las hojas,
ya vencidas, una a una,
por el dolor del otoño!

¡Sin nombre se me ha ido, se me ha ido!
Quizá porque no tuve tiempo de besarlo.

Todo es incertidumbre
en el país del ansia.
¡Y que vasto abandono es el ayer!

Pero al fin lo he encontrado:
mendigo entre cenizas,
manchado de tinta y de barro invisibles,
sobre el inagotable papel de la vida.

Quiero besarle todos los olvidos
atribulados por el viento.
Quiero calmarle la sed
que brota del silencio.
Quiero limpiarle mi sangre
que cubre cada verso,
cada verso…

Cada verso…

(Virginia Pinedas)


Veo los colores del invierno, y me gustan una vez salido del oscuro pozo en que me hallaba, veo los colores y me río con ellos, disfruto de ellos como crío, aunque en ocasiones, en el blanco frío de la nieve descubro huellas de la fiera que me busca, que me persigue, sin darse por vencida de mi huida de su mundo de oscuridad y tristeza. Me otea y al rececho me va acorralando, acercándose silenciosa y lentamente, hasta que me vuelvo y la grito, ¡¡¡¡¡¡VETE, VETE!!!!!!!!!, y se vuelve recelosa, con la cabeza gacha, a la oscuridad en la que vive, peo en sus ojos veo que no se rinde, que regresará mañana a intentar de nuevo arrastrarme a ese submundo de poetas vencidos, de soñadores sin sueños, de vivos sin vida, pero no importa, encontraré el poema perdido, la risa sonora mientras levantando los brazos me dejo llevar por ese viento del sur que me mezcla con el arco iris y sus colores venciendo la negra oscuridad de la guarida tenebrosa de la bestia. Hoy tampoco ha vencido; a estado cerca, olía su aliento ponzoñoso de dolor y vacío, pero he vencido y se ha retirado, aunque quedan sus huellas en la nieve, recordándome que quizás mañana, quizás mañana,... vuelva.

martes, 5 de enero de 2010

RESURGIR DE LA TIERRA CON LA ESPERANZA RENOVADA....HALLELUJAH



Nuevo año, meses, un par o asi sin entrar en la Taberna del Mono Rojo, justo cuando las cosas no podían ir peor, cuando el suelo parecía más cercano y el universo más alto, más lejos, más inalcanzable. Semanas alejado de mi barra, de la jarra de cerveza, de mi gente, de la poesía, de las canciones pasadas que alimentan mis noches de insomnio, de todo lo que no fuera sufrir recordando, de morir matando los malos recuerdos para al final sobrevivir con los agradables, con los buenos, aunque algunos no fueran ciertos, ¿que importa! son recuerdos. Días eternos de muerte y dolor. Terrible experiencia, quizás necesaria para atravesar el camino hasta aquí, hasta el nuevo año, resurgir de la tierra con la esperanza renovada en uno mismo, en los demás. Vencida ya la muerte por la vida, negados los instantes negros, los grises, que han ido dando paso al resto de colores, resguardados hasta hoy quien sabe donde, a la espera de este nuevo día, a la espera de que las puertas de la taberna del Mono se abrieran de nuevo empujadas por esta mano cansada pero en vía de recuperación del largo viaje en el que la Parca marcaba su ritmo, su incansable gorgoteo de últimos suspiros y llantos.

YA estoy bien, recien llegado del pais de la tristeza, de donde cuesta salir si te abandonas, de donde sale la tristeza del poeta que me niego a asumir como propia, de donde los cristales de Manuela, de donde el color encuentra un muro de resistencia oscura y lóbrega, en donde en el último momento un relampago de consciencia te rescata al alumbrar tus ideas, y sales, regresas y te encuentras de nuevo el olor a tierra mojada, el suelo enmoquetado de hojas caidas, el cuello del gabán subido y el vaho que demuestra que estás vivo.

De nuevo la risa del niño, la mirada de pillo del anciano, el milagro de la vida a cada paso, la Taberna con el Cipri, mi cerveza y mis canciones. De nuevo mi anormal normalidad, de nuevo con vosotros, mi gente, de nuevo conmigo. Feliz año a todos, y...hasta mañana, nos vemos en la Taberna.