ACERCATE Y SIENTATE UN RATO, ESTÁS EN LA TABERNA DEL MONO ROJO, AQUÍ TODA ILUSION ES POSIBLE.

ACERCATE Y SIENTATE UN RATO, ESTÁS EN LA TABERNA DEL MONO ROJO, AQUÍ TODA ILUSION ES POSIBLE.
Casi sin pensarlo nos fuimos sentando, uno tras otro, en torno a la chasca que encendió el Cipri, y asi pasamos la noche, escuchando las historias que alguien, no se quien, cualquiera que fuese, narraba despacito, creando un entorno de magia y misterio del que no queríamos salir.

QUE LA POESIA NOS SALVE DEL MUNDO

QUE LA POESIA NOS SALVE DEL MUNDO
LO IMPOSIBLE SOLO EXISTE EN TU VIDA

domingo, 28 de octubre de 2012

...CON MIS RECUERDOS, HACES MÁS GRANDE ESE NIDO...



Como un ave que cruza el aire claro,
siento hacia mi venir tu pensamiento
y acá en mi corazón hacer su nido.
Ábrase el alma en flor; tiemblan sus ramas
como los labios frescos de un mancebo
en su primer abrazo a la hermosura;
cuchichean las hojas; tal parecen
lenguaraces obreras y envidiosas,
a la doncella de casa rica
en preparar el tálamo ocupadas.
Ancho es mi corazón, y es todo tuyo.
Todo lo triste cabe en él, y todo
cuanto en el mundo llora, y sufre, y muere!
De hojas secas, y polvo, derruidas
ramas; lo limpio; bruño con cuidado
cada hoja, y en los tallos; de las flores
los gusanos y el pétalo comido
separo; creo el césped en contorno
y a recibirte, oh pájaro sin mancha,
apresto el corazón enajenado!

(José Martí)




En ese nido dentro de mi pecho vive un mundo entero, creado a partir de la ilusión y la esperanza, de sentir la fuerza de la vida que emite hasta el último recién nacido brote de hierba, del frescor reconfortante de la más pequeña gota de agua.

En el interior de mi pecho se encuentran el conjunto de los colores que los demás no quieren, las tonalidades que algunos no ven al rendirse; desde el blanco azulado de la nube hasta el tinte rojizo de la hoja del árbol en otoño, pasando por el gris que envuelve tristemente el alma de los ciegos de corazón, quizás desesperados al no saber que el gris es un color necesario para apreciar y destacar el resto.

En mi pecho se fabrican sueños para todos, surgen de él palabras dedicadas a otros oidos, a otros ojos que puedan al leerlas comprender la maravillosa situación en la que nos deja cada amanecer de nuevo, al prestarnos nuevo día en el que conseguir los anhelos perseguidos y buscados.

Y tu,  cada vez, con mis recuerdos, haces más grande ese nido, y con su crecimiento crece en mi pecho esa sensación de paz que da la seguridad de que entre todo ese mundo que vive en mi interior, siempre, siempre habitarás tu.

sábado, 27 de octubre de 2012

BENDITOS BARROTES



Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque

la noche pase y yo te tenga
y no.

(Mario Benedetti)




Rejas que me aprisionan en el pasado, y aún con la puerta abierta por la que podría salir, no quiero. Me refugio en esos días, en ese tiempo en el que las ilusiones eran el despertador cada mañana, costumbre que aún me queda, sintiendo cada amanecer al despertarme la alarma de la ilusión por el nuevo día, como entonces, como ahora, como siempre.

Benditos barrotes anclados en esos años, que no impiden mi salida si quisiera. Preso voluntario en cadena perpetua de sentimientos de años, de sueños, de esperanzas no muertas, de sonrisas al recordar nuestras palabras, vigentes aún, válidas, sinceras desde su nacimiento en el alma hasta su desvanecimiento en el aire.

Benditos barrotes, a los que me agarro cada día para no caer y mantenerme firme y sin sufrir mantener viva la llama que un atardecer se encendió en las calles casi vacías de un pueblito blanco.
Benditos, queridos  barrotes.

miércoles, 24 de octubre de 2012

SIEMPRE SERA ELLA




Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.

El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.

Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.

Llena pues de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.

(Federico García Lorca)




Porque cuando la miro el tiempo se detiene durante un instante y me traslada a entonces, y la veo bella, linda ella en su cara de inocencia. Guapa es poco cuando recuerdo su amor y su entrega, sus palabras, su risa, su timidez que vencía a base de valor.

Y es que me quería, y la quería. Solo la insensatez de la adolescencia pudo apartarme de ella, dejar que con el aire del sur se marchara, casi obligada por la tontería de un joven que descubrió un mundo nuevo fuera de las tapias del internado, de las calles de un pueblo al que le estoy agradecido al ser la cuna de esa persona que tanto me quiso y que no olvido, que permanece en mi interior resistiendo el paso de los años.

Bella y linda como ella sola, esperanza en su mirada, y en la mía, esperanza que aún hoy permanece en mi, sin fisuras, con deseos de hablar, de coger esa mano a la que tantas veces me agarré con la fuerza de la juventud buscando el refugio contra la soledad del colegio. Ella era en esos momentos todo, el impulso necesario para salir los fines de semana, para escaparme del castigo sin salida, del pasearme por las calles del pueblo pese a las miradas críticas hacia ella, que ignoraba y afrontaba con esa valentía que ella sacaba de no se donde; bueno, si, del amor que sentía, de lo que me quería.

No estuve a la altura, realmente nunca he estado a la altura que ella se merecía. Manteniéndome lejos en los peores momentos de su vida, unas veces por ignorancia, otras por prudencia. Ella al final fue más valiente, afrontó la realidad exponiéndola crudamente, de nuevo apostando por mi.

Que decir cuando la veo en las fotografías y los recuerdos se me agolpan unos tras otros. Reconozco el chaleco en una, el gesto en otra, la mirada, el pelo, los ojos, es ella, la que siempre vivió en mi silencio, en mi intimidad hasta que se abrió esta maldita taberna en la que cada vez que entro desnudo mis sentimientos más secretos, más callados.

La miro y quedo embobado, escucho su voz, añoro su abrazo, sus besos, su presencia, pero como siempre, la siento cerca, la siento dentro. Es ella, siempre será ella, siempre nosotros.

sábado, 6 de octubre de 2012

EL SECRETO DEL CIPRI Y LA TABERNA DEL MONO ROJO



¿Cual es el secreto de La Taberna del Mono Rojo?, eso es algo que me llamó durante mucho tiempo la atención, ¿como el Cipri conseguía mantener a la parroquia de clientes, casi todos fijos después de haber entrado algún día casualmente por la Taberna?

Al paso del tiempo hablando casi todos los días con el Cipri, él mismo me desveló el gran secreto del Mono Rojo, y es la entrada. Lo que aparentemente parece una entrada normal no es tal, es un agujero en el tiempo, y vehículo que nos traslada de un tiempo a otro.

Traspasada esa puerta uno se ve como hace muchos años, corriendo y andando por una vieja carretera de pueblo, escoltada por gruesos árboles, y con las personas que entonces recorríamos ese camino. Se aprecian claramente las caras de mi dama, de Marepi, de su príncipe....Los corazones de la mesa, esculpidos a navaja en la madera coinciden exactamente con la de los troncos de las moreras que bordeaban la carretera, y todo, todo tiene su contrario en el otro tiempo. Es como si nos miráramos en un espejo y nos viéramos reflejados en él, con todo lo que nos rodea pero mucho más jóvenes, llenos de ilusiones que luego sabemos que no se cumplieron, o tal vez si, cargados de sueños que aún nos alegran nuestras noches, felices al lado de la persona elegida.

El Cipri es como un mago que dominara lo que ocurre aquí abajo para mirando hacia arriba nos viéramos exactamente igual que eramos. Domina a la perfección el arte de conducirnos a donde queremos, donde dejamos un día nuestra alma, encadenada junto a la de la otra persona, de tal manera que juntas pasean las dos eternamente sin tener en cuenta que dos cuerpos se añoran y sueñan el uno con el otro sin saber que están condenados por ellos mismos a permanecer juntos en ese otro tiempo que transcurre por los mismos momentos de éste.

Ese es el secreto de La Taberna del Mono Rojo, el de llevarte hasta donde te juramentaste con tu alma gemela, al lugar, a los lugares donde en un tiempo fuiste feliz y contagiarte de esa felicidad haciendo que comulgues cada día con la misma esperanza e ilusión de aquellos tiempos y empieces cada nuevo día alegre, pensado en que de nuevo, ante una jarra de cerveza fría servida por el Cipri, volverás atrás en el tiempo para poder continuar viviendo en éste. Merece la pena pasarse por el Mono Rojo, si, merece la pena, ya que ese es su secreto...ya que ese es mi secreto.

lunes, 1 de octubre de 2012

ENTREGA DEL "CARTERO FANTASMA DEL PASADO"



Y así esta carta se termina
sin ninguna tristeza:
están firmes mis pies sobre la tierra,
mi mano escribe esta carta en el camino,
y en medio de la vida estaré
siempre
junto al amigo, frente al enemigo,
con tu nombre en la boca
y un beso que jamás
se apartó de la tuya.

(Fragmento del poema de Pablo Neruda, "La carta en el camino"



Hoy he recibido al cartero, no al cartero físico y clásico de Correos, ése llegó ya hace bastantes años hasta mi buzón trayéndome las cartas que esperaba con anhelo y que hoy, rebuscando entre papeles de mi despacho he encontrado. Por eso digo que hoy he recibido al cartero. Un cartero fantasma, como uno sacado de los Cuentos de Navidad de Dickens; el fantasma del pasado, un pasado que solo me trae recuerdos agradables, sentidos. Ojalá recibiera pronto la visita del fantasma del futuro, y ese futuro fuera como me gustaría que fuera, pero mientras se decide a venir o no, me conformo con el de hoy, el fantasma del pasado.

Y que pasado. He releído una y mil veces las cartas que ya en su día había leído y releído, con la misma ilusión con la que entonces abría el buzón cuando escuchaba el ruido del repartidor postal al echar mis cartas en el buzón de casa. Cartas de hace veintisiete años, de veintiséis, de quince, de..... cartas del pasado en fín, un pasado que siempre ha estado presente en mi, que nunca se quedó en los capítulos vencidos de la vida, que cada día estuvo ahí, fijo, adherido a mi mente, acompañándome.

Me he recreado con su firma, con las pequeñas diferencias al paso del tiempo, he soñado con sus despedidas, con sus "hasta la próxima carta", sus "siempre pensaré en tí", sus deseos/mis deseos/nuestros deseos. He disfrutado tocando el mismo papel que ella tocó en su momento, acariciando las mismas hojas en las que ella apoyó su mano, siguiendo la forma de las palabras con la punta de mis dedos como si al hacerlo acariciara sus dedos, su cara, su pelo... como antes.

Ha sido una bonita tarde. Siento que he estado con ella, junto a ella, a través de esas cartas venidas del pasado y solo espero que ahora, al cerrar los ojos, dominado por el sueño, éste me acerque de nuevo a ella, y juntos, en nuestra pared del instituto, apoyados en la verja que la recorría, nos riamos leyendo unidos esas cartas que hoy, un bendito cartero, fantasma del pasado, ha hecho que llegarán de nuevo a mis manos.

Por cierto, Marepi, también, entre las de mi dama, había una tuya.