ACERCATE Y SIENTATE UN RATO, ESTÁS EN LA TABERNA DEL MONO ROJO, AQUÍ TODA ILUSION ES POSIBLE.

ACERCATE Y SIENTATE UN RATO, ESTÁS EN LA TABERNA DEL MONO ROJO, AQUÍ TODA ILUSION ES POSIBLE.
Casi sin pensarlo nos fuimos sentando, uno tras otro, en torno a la chasca que encendió el Cipri, y asi pasamos la noche, escuchando las historias que alguien, no se quien, cualquiera que fuese, narraba despacito, creando un entorno de magia y misterio del que no queríamos salir.

QUE LA POESIA NOS SALVE DEL MUNDO

QUE LA POESIA NOS SALVE DEL MUNDO
LO IMPOSIBLE SOLO EXISTE EN TU VIDA

viernes, 28 de enero de 2011

TE BUSCO ENTRE EL SONIDO DEL UNIVERSO Y TE ENCUENTRO




La Música, ese lenguaje universal que nos refleja e informa al otro de los sentimientos que queremos transmitir, sentimientos que quizás la mirada no nos permita comunicar, pero que las notas enlazan directamente con el corazón del otro, haciendo que nos miremos directamente con el alma, caminando un poco más lejos, transportándonos a ese lugar en el que sobran las palabras y basta con la música para la intensa unión entre dos almas que se encuentran.

Y cuantas veces en la soledad descubrimos que la música nos elige como destinatarios de su mensaje, permitiendo el descenso hacia nosotros mismos, descubriendo nuevos personajes que habitan en nuestro interior y que desconocíamos que formaran parte de nuestra manera de sentir, de obrar, de amar.

Pasando al otro lado, cruzando la barrera física de lo material, que perfección se encuentra en el eter en el que flotan los espíritus de aquellos que nos precedieron marcando el camino de los que antes que nosotros anduvieron por esa senda, marcando el camino de los que lo andarán después de que nosotros cambiemos de plano.

La música me lleva a tí, me acerca a tí en cada nota; eres tu en los matices distintos que percibo. Te busco entre el sonido del universo y te encuentro, tal vez porque ésta que escucho sea la verdadera música del alma, la música de las esferas, la música del universo eterno, la música que todo lo mueve, en la que todos nos movemos, en la que vivimos si cruzamos el espejo. Tal vez sea tu nombre el que escucho entre instrumentales notas, tal vez sea tu imagen la que veo entre adaggios y minuetos, quizás seas tu, por fín tu.