ACERCATE Y SIENTATE UN RATO, ESTÁS EN LA TABERNA DEL MONO ROJO, AQUÍ TODA ILUSION ES POSIBLE.

ACERCATE Y SIENTATE UN RATO, ESTÁS EN LA TABERNA DEL MONO ROJO, AQUÍ TODA ILUSION ES POSIBLE.
Casi sin pensarlo nos fuimos sentando, uno tras otro, en torno a la chasca que encendió el Cipri, y asi pasamos la noche, escuchando las historias que alguien, no se quien, cualquiera que fuese, narraba despacito, creando un entorno de magia y misterio del que no queríamos salir.

QUE LA POESIA NOS SALVE DEL MUNDO

QUE LA POESIA NOS SALVE DEL MUNDO
LO IMPOSIBLE SOLO EXISTE EN TU VIDA

lunes, 15 de diciembre de 2008

...O EN EL CAER DE UN RAYO Y EN EL SONAR DEL TRUENO...O EN EL IMPOSIBLE AZUL DE UNA ROSA


Y se muy bien que no estarás.
No estarás en la calle
en el murmullo que brota de la noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia los completos en los subtes
ni en los libros prestados,
ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños,
en el destino original de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás,
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré
amor mío
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás
y diré las cosas que sé decir
y comeré las cosas que sé comer
y soñaré los sueños que se sueñan.
Y se muy bien que no estarás
ni aquí dentro de la cárcel donde te retengo,
ni allí afuera
en ese río de calles y de puentes.
No estarás para nada,
no serás mi recuerdo
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti.

(Julio Cortazar)


Y se muy bien que siempre estarás, en cada paso, en la esencia íntima de mis temores y pasiones, en cada beso, en cada abrazo, en cada compañera. Se muy bien que nunca cerraré los ojos al pasar la noche sin un "hasta mañana", aunque quizás sea esa noche la que nos reencontremos en mis sueños. Se que estarás bajo el color del otoño, o bajo el olor a lluvia que anticipa su llegada, o en el caer de un rayo y en el sonar del trueno. En el verde del campo y el rojo de la amapola o en el imposible azul de una rosa. Se que estarás en cada paso del camino de la vieja estación, donde un tronco recuerda nuestros nombres en su corteza. Se que estarás en cada risa que escuche y en cada mirada que sorprenda furtiva. En cada cabina telefónica, y en el cartero que ya hace tiempo que no viene.

Se que estarás presente en cada momento de mi vida, y se también, que si algún día de mi mente se borraran los recuerdos, el tuyo será ya el único que no abandonará mi consciencia, el que me acompañará hasta donde sea que vayamos cuando la parca toque en mi hombro avisando del momento. Se que contigo en mi memoria, ya somos suficientes. Se que nunca estaré solo, mientras me quede el recuerdo, el sueño y tu sonrisa grabada en mi interior. Tengo suerte, mucha suerte.

viernes, 12 de diciembre de 2008

...TIEMPOS, RECUERDO, DE AMOR Y DE CARRERAS...

Eran tiempos en los que al mismo tiempo que despertábamos a un sueño de amor adolescente nos sacudíamos de una pesadilla gris que se apoderó de todos durante cuarenta años. Eran tiempos, recuerdo, de amor y de carreras, de corazón preso en tus besos y los gritos de amnistía por las calles de Málaga. Eran tiempos duros, tiempos de estudiante emigrante y tiempo de rebelión, de grises y de protestas, mientras tu, esperando en esa valla del colegio que volviera de no sabías donde. Nunca te dije nada, siempre separando policías y civiles de tu mano amorosa y del olor a pureza que despertaba como la ninfa de la mariposa presta a volar.
Eran tiempos en los que todos queríamos volar. Algunos, compañeros de colegio, no pudieron. Recibieron el fruto de la caida de algún "torpe" asesino vestido de verde y con tres cuernos en la testa. A ellos mi homenaje, a ti, mi recuerdo y mis excusas por compartirte con esas ganas de volar.

QUÉ SABRÁ NADIE...



Camina bella, como la noche
De climas despejados y de cielos estrellados,
Y todo lo mejor de la oscuridad y de la luz
Resplandece en su aspecto y en sus ojos,
Enriquecida así por esa tierna luz
Que el cielo niega al vulgar día.
Una sombra de más, un rayo de menos,
Hubieran mermado la gracia inefable
Que se agita en cada trenza suya de negro brillo,
O ilumina suavemente su rostro,
Donde dulces pensamientos expresan
Cuán pura, cuán adorable es su morada.
Y en esa mejilla, y sobre esa frente,
Son tan suaves, tan tranquilas, y a la vez elocuentes,
Las sonrisas que vencen, los matices que iluminan
Y hablan de días vividos con felicidad.
Una mente en paz con todo,
¡Un corazón con inocente amor!

(Lord Byron)




Como sales de las penumbras de mi mente y te vas acercando a la luz de mis recuerdos, hacia un presente pleno de sensaciones antiguas, de asignaturas pendientes. Y como deseo esos instantes en los que los rayos de la inconsciencia alumbran la noche oscura del sueño abandonándome a tu encuentro.

Que placer despertar entre tus brazos ausentes y saber que allí estabas aun solo presente en espíritu inquieto que duermevela entre el sopor del amanecer contigo y el molesto despertar ruidoso del reloj, cruel notario de realidad.....qué sabra nadie de mi realidad, de nuestras citas suspendidos en el eter de los sueños, allí, cuando regresamos al momento en que solo la reja de forja era testigo de nuestro abrazo primerizo. Qué sabrá nadie...

jueves, 11 de diciembre de 2008

Por vosotros, mis amigos que ya no estais en la calle cuando salgo.

He tenido algún buen amigo que también "se bebió de golpe todas las estrellas..." y que era como el Callejero de Alberto Cortez. Despertaban en las personas que los conocían los mismos sentimientos. No eran egoistas, siempre estaban ahí, para lo que fuera, eran AMIGOS.

En el fondo siento un poco de envidia por no poder ser como ellos, actuar como ellos. Ya quisiera que alguna vez, cuando me toque hacer las maletas y marchar me recordaran como yo les recuerdo a ellos.

Allí donde esteis, os quiero.


MIRANDO UN INSTANTE DE MI PASADO QUE ME FACILITÓ UNA AMIGA






Este es el tiempo en que la voz de la adoración,

que es divina para el oído, me levanta

como con la trompeta de un ángel; y accediendo

y mezclándome con el coro, casi creo ver

la muchedumbre celestial que cantó el himno

de la paz sobre los campos de Belén.

Pero tú eres más luminoso que el resplandor de los ángeles

que anunciaron tu nacimiento; tú, varón de dolores,

¡despreciado Galileo! Porque lo Grande

e invisible (que sólo percibimos por símbolos)

con extraña e insuperable luz

brilla desde el rostro del justo y oprimido

cuando, sin cuidar de sí, el santo flagelado

compadece al opresor. ¡Hermosa la miel

del viernes, el bosque, el mar, el sol, las estrellas,

huellas de su Señor Creador!




Poema sin orden, escrito en la Navidad de 1794

(Samuel Taylor Coleridge)





Durante muchos años después estuve enviando christmas navideños por estas fechas. Durante muchos años. Hoy contemplo la puerta cerrada del número 52 que me envió una amiga a la que pedí que me facilitara un instante de mi pasado, y espero, tranquilamente, que algún día, al igual que mis felicitaciones navideñas pasaban por debajo de aquella cancela, pases tu al interior de esta Taberna del Mono Rojo, y sentada junto al fuego amigo de la entrada, al levantar tu mirada te encuentres con esta felicitación.


Hoy, cuando tan solo quedan trece días para Nochebuena, el recurso de mirar como los Magos Reyes de la imagen el punto de luz que señala la Estrella es algo bueno. En mi caso, sabes bien cual es mi luz, y como ellos observo y miro, mientras sentado me caliento en la chasca de esta Taberna que posiblemente abriera el Cipri para ti y para mi; para todos aquellos que ven como el futuro se sostiene sobre las bases de un pasado pleno de amor y colores, los mismo que hoy descubro al recordar cuando hace años un pequeño sobre transportaba mi ilusión impresa en una cartulina dibujada con olores navideños hasta el 52 de una calle. Tu calle.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

AUN LO RECUERDO, Y TIEMBLO.




Yo ya me despedía.... y palpitante
cerca mi labio de tus labios rojos,
«Hasta mañana», susurraste;
yo te miré a los ojos un instante
y tú cerraste sin pensar los ojos
y te di el primer beso: alcé la frente
iluminado por mi dicha cierta.
Salí a la calle alborozadamente
mientras tu te asomabas a la puerta
mirándome encendida y sonriente.
Volví la cara en dulce arrobamiento,
y sin dejarte de mirar siquiera,
salté a un tranvía en raudo movimiento;
y me quedé mirándote un momento
y sonriendo con el alma entera,
y aún más te sonreí...Y en el tranvía
a un ansioso, sarcástico y curioso,
que nos miró a los dos con ironía,
le dije poniéndome dichoso:
-«Perdóneme, Señor esta alegría.»


(Amado Nervo)


Aun lo recuerdo y tiemblo, cuando casi brusco y asustado robé ¿o robaste? con la virginidad de mis labios a la virginidad de tus labios un beso, el primero. Por fin un beso, tímido, casi un roce, una caricia. Con el tiempo fueron más largos y apasionados, mientras mis manos subían e intentaban cercar tus incipientes pechos y unos codos, severos guardianes, cerraban filas en torno a tu cuerpo imposibilitando el avance de mis tercos dedos mientras un calor extraño, una fiebre, invadía de nuevo, y como siempre contigo, mi cuerpo.

Pero la tarde primera en que nuestros labios rozaron la pareja boca, hasta el cielo abrió sus nubes para vernos, inexpertos, principiantes, jurarnos amor eterno. Aun lo recuerdo, aun lo recuerdo y ...tiemblo.

sábado, 29 de noviembre de 2008

LA DISTANCIA NO SIEMPRE ES EL OLVIDO



Nunca mas oíste tú
hablar de mí
en cambio yo seguí
pensando en ti
en toda esta nostalgia
que quedó
tanto tiempo ya pasó
y nunca te olvidé
Cuántas veces
yo pensé volver
y decirte de mi amor
nada cambió
pero mi silencio
fue mayor
y en la distancia
muero día a día
sin saberlo tú
El resto de ese
nuestro amor quedó
muy lejos olvidado para ti
viviendo en el pasado
aún estoy
aunque todo ya cambió
sé que no te olvidaré
Cuántas veces
yo pensé volver
y decirte de mi amor
nada cambió
pero mi silencio
fue mayor
y en la distancia
muero día a día
sin saberlo tú

pensé dejar de amarte
de una vez
fue algo tan difícil
para mí
si alguna vez mi amor
piensas en mí
ten presente al recordar
que nunca te olvidé
Cuántas veces
yo pensé volver
y decirte de mi amor
nada cambió
pero mi silencio
fue mayor
y en la distancia
muero día a día
sin saberlo tú
cuántas veces
yo pensé volver
y decirte de mi amor
nada cambió
pero mi silencio
fue mayor
y en la distancia
muero día a día
sin saberlo tú

(Roberto Carlos)

...UN DEDO DESDE LOS LABIOS MANDABA EL ULTIMO BESO...



En los jardines otoñales,
bajo palmeras virginales,
miré pasar muda y esquiva
la Pensativa.

La vi en azul de la mañana,
Con su mirada tan lejana;
Que en el misterio se perdía
De la borrosa celestía.

La vi en rosados barandales
Donde lucía sus briales;
Y su faz bella vespertina
Era un pesar en la neblina...

Luego marchaba silenciosa
A la penumbra candorosa;
Y un triste orgullo la encendía,
¿Qué pensaría?

¡Oh su semblante nacarado
Con la inocencia y el pecado!
¡oh, sus miradas peregrinas
de las llanuras mortecinas!

Era beldad hechizadora;
Era el dolor que nunca llora;
¿Sin la virtud y la ironía
Qué sentiría?

En la serena madrugada,
La vi volver apesarada,
Rumbo al poniente, muda, esquiva
¡La Pensativa!


(Jose Maria Eguren)






No hay niebla posible que borre de mi recuerdo el andar que te encaminaba hacia mi, en el atardecer del día, allí donde la luz de la farola apenas llegaba a perfilar la silueta de nuestros cuerpos unidos en un tierno e inexperto abrazo apoyados en la valla de mis sueños.

No existe niebla capaz de borrar las lineas de la puerta al cerrarla tu, mientras desde lejos te veía entrar en la casa al mismo tiempo que un dedo desde los labios mandaba el último beso furtivo, temeroso de las miradas ocultas tras los visillos de grandes ventanales, al que yo esperaba como preciado tesoro enviado por tí.

Ni la niebla del tiempo oculta mis recuerdos, mientras la mirada risueña que me devuelve el cristal de la mesa afirma que la suerte es que la luz no se apague en mi cabeza, entre nieblas y oscuros presagios.

martes, 25 de noviembre de 2008

...OBSERVA CON SUS GRANDES OJOS LAS MANOS ENTRELAZADAS...



He pasado toda la noche sin dormir, viendo,
sin espacio tu figura.
Y viéndola siempre de maneras diferentes
de como ella me parece.
Hago pensamientos con el recuerdo de lo que
es ella cuando me habla,
y en cada pensamiento cambia ella de acuerdo
con su semejanza.
Amar es pensar.
Y yo casi me olvido de sentir sólo pensando en ella.
No sé bien lo que quiero, incluso de ella, y no
pienso más que en ella.
Tengo una gran distracción animada.
Cuando deseo encontrarla
casi prefiero no encontrarla,
Para no tener que dejarla luego.
No sé bien lo que quiero, ni quiero saber lo que
quiero. Quiero tan solo
Pensar en ella.
Nada le pido a nadie, ni a ella, sino pensar.

(Fernando Pessoa)


Y asi pasa el tiempo, mientras en la silla nadie se sienta salvo cuando yo la veo en mis sueños, aun despierto. Pero no solamente en la silla mantenemos conversaciones en las que su espiritu, encarnamiento etereo en mi pensamiento, acompaña al rocío en la mañana después del duerme vela en la que su figura resalta entre las las flores que el otoño roba a la primavera y guarda para resaltar más los colores en sus doradas tardes, reflejo de su cabello al caer asomándose al bello tapizado de hojas muertas en el frío y duro suelo de noviembre.

Ella, la que conduce mis sentidos hacia nuevas experiencias, en las que la tierna capa del musgo abraza tiernamente al roble, mientras el buho, curioso, observa con sus grandes ojos las manos entrelazadas con las que intentamos detener la fuerza de los granos de arena atraidos por la gravedad al encuentro con sus hermanos, y entre todos deshaciendo el sueño eterno de mi vida.

domingo, 9 de noviembre de 2008

TE ENTREGO LOS DIAMANTES QUE FORMAN LAS NUBES EN EL CIELO...



Si pudiera yo darte
La luz que no se ve
En un azul profundo
De peces. Si pudiera
Darte una manzana
Sin el edén perdido,
Un girasol sin pétalos
Ni brújula de luz
que se elevara, ebrio,
al cielo de la tarde;
y esta pagina en blanco
que pudieras leer
como se lee el más claro
jeroglífico. Si
pudiera darte, como
se canta en bellos versos,
unas alas sin pájaro,
siempre un vuelo sin alas,
mi escritura sería,
quizá como el diamante,
piedra de luz sin llama,
paraíso perpetuo.

(Giovanni Quessep)





Tal vez ya lo entiendas y estas palabras no hicieran falta. Quizás ni tan siquiera leas algún día estás letras encadenadas una tras otra mostrando tan dentro de mi que a veces me sonrojo al pensar lo desnudo que me quedo ante todos, pero me es igual, porque llevo años dándote lo que nadie quiere, lo que nadie aprecia, la sencillez hermosa de una pequeña flor azul que se cruza en mi camino, la sonrisa que le mando al que en la mañana encuentro poniendo un café que casi siempre dejo a la mitad, el gracias por nada y por todo que a menudo sale de mis labios presionados por el corazón. La alegría de ver brotar nuevos capullos entre el cesped del parque de pequeñas margaritas que saludan a la ciudad agotada. El admirable desfile de la procesionaria entre los pinos del jardín, marciales orugas exploradoras entre hojas de pino secas. Te entrego los diamantes que forman las nubes en el cielo cunado aparecen ocultando al tímido sol de otoño, la sombra de la estatua reflejando la decadencia de un rey, no importa el nombre, en el centro de la Plaza, y mis manos entre las tuyas como regalo mutuo de comprensión. Quizás por eso mi escritura no es piedra de luz, no es gema, no es diamante, es tan solo reflejo de mi, de la entrega, la pasión por tí, por lo que eres, por lo que encierras. Quizás tan solo sea mi escritura algo tan efímero como la vida de la mariposa, sin llegar ni de lejos a su belleza, pero si tan intensa que disfruta en su ignorancia por la proximidad de la parca de todos y cada uno de los colores con que la naturaleza premia, y se conforma, sin oro, sin perlas, sin gemas. Tan solo espacio para vivir y colores para posarse. Tu eres mi espacio, tu mi color, tu eres mi gema.

martes, 4 de noviembre de 2008

Ser un día tu Pierrot...




Pececito esquivo,
caballito que monto,
delicia que no nombro,
y quiero, quiero, quiero.

Cuando te beso, acierto;
cuando te toco, creo;
si te acaricio mido
mi infinito deseo.

Mas te prolongas lejos;
eres más, eres lo otro,
lo que nunca apreso
aunque te toco y beso.

Siempre un poco esquiva,
siempre resbalada,
tú, que nunca entiendo,
y quiero, quiero, quiero.

(Gabriel Celaya)





Ser un día tu Pierrot que, de manera diferente, disfrazado entre los campos de tu yo por descubrir algo nuevo en tu mirada mientras la caricia de tu risa acompaña mis patosos gestos de payaso. Bucear en el abismo de tí misma buscando el grial de tu existencia; nadar en tus mares tormentosos dejándome acercar por la marea, y sentir como mías tus palabras acunando tus deseos con mis actos.

Sentarme a contemplarte en tu trabajo, y sentir como reflejas la ilusion que me acompaña. Esperar una palabra y si no viene alcanzarla con la mía enamorada. Estrechar entre mis brazos tu presencia aunque aun no hayas llegado, y llegar hasta el otoño plateado aún creyendo que casi hoy, ahora, comenzó la primavera. Asi pasó el tiempo, amor, asi pasó, sin apenas darnos cuenta.

lunes, 3 de noviembre de 2008

PEQUEÑO VALS VIENÉS

Leonard Cohen "Take This Waltz"


En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.

Este vals, este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.

Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.

En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados,
hay frescas guirnaldas de llanto.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.

Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals del "Te quiero siempre".

En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orillas tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.

(Federico García Lorca)

...HASTA DONDE SEA QUE ME CONDUZCA EL CAMINO...




Caminante, son tus huellas

el camino y nada más;

Caminante, no hay camino,

se hace camino al andar.

Al andar se hace el camino,

y al volver la vista atrás

se ve la senda que nunca

se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino

sino estelas en la mar.



(Antonio Machado)








Cuando miro alrededor y la espinosa alambrada me impide el siguiente paso cerrándome la senda, al levantar la mirada del suelo siempre veo la luz que anuncia la puerta a seguir, guiándome para impedir que el alambre atenace mis pies obligándome a ser prisionero de ideas preconcebidas y buenas costumbres morales.


Quizás mañana otra verja, no de alambre si de hierros, trate de impedir que llegue hasta donde sea que me conduzca el camino, pero la certeza de que mis pies descalzos continuarán andando en dirección prohibida recogiendo el placer del descubrir un nuevo olor en la hierba o el tacto distinto de la tierra seca, rechazando los insultos o consejos de algun otro caminante, me abrirá alguna puerta por la que continuar hacia esa meta que aun ahora desconozco donde acaba y que habrá en ella. Pero eso es parte del juego, es parte de mi vida, soy yo mismo, el cada día asombrarme por algo nuevo, algo que ayer no ví y que hoy posiblemente ignore que existe, pero que mañana, o pasado, que más da si continuo andando, atraerá mi mirada y gozaré de su existencia en mi camino.

martes, 28 de octubre de 2008

APOSTAR QUE AUN ENTRE EL FUEGO SI ME DICES QUE LO CRUCE NO ME QUEMO...



No hay que llorar porque las plantas crecen en tu balcón, no hay que estar triste si una vez más la rubia carrera de las nubes te reitera lo inmóvil, ese permanecer en tanta fuga. Porque la nube estará ahí, constante en su inconstancia cuando tú, cuando yo -pero por qué nombrar el polvo y la ceniza-.

Sí, nos equivocábamos creyendo que el paso por el día era lo efímero, el agua que resbala por las hojas hasta hundirse en la tierra. Sólo dura la efímero, esa estúpida planta que ignora la tortuga, esa blanda tortuga que tantea en la eternidad con ojos huecos, y el sonido sin música, la palabra sin canto, lacópula sin grito de agonía, las torres del maíz, los ciegos montes.

Nosotros, maniatados a una conciencia que es el tiempo,no nos movemos del terror y la delicia, y sus verdugos delicadamente nos arrancan los párpados para dejarnos ver sin tregua cómo crecen las plantas del balcón, cómo corren las nubes al futuro.

¿Qué quiere decir esto? Nada, una taza de té. No hay drama en el murmullo, y tú eres la silueta de papel que las tijeras van salvando de lo informe: oh vanidad de creer que se nace o se muere, cuando lo único real es el hueco que queda en el papel, el golem que nos sigue sollozando en sueños y en olvido.

(Julio Cortazar)





Saber que aun con los ojos cerrados puedo avanzar sin miedos a perderte. Apostar que aun entre el fuego si me dices que lo cruce no me quemo y gritar si me lo pides tu cariño hasta que la voz de mi garganta como trueno enternezca a todo el mundo con lo nuestro. Nadar en solitario por mis mundos sabiendo que tu mano templa el viento en mi socorro y aferrarme a la madera de tu barca si me canso en esos mares de recuerdos. Contemplar junto a tu aroma mientras espero tu llegada bajo el árbol de la certeza, descubrir que hay un camino en el desierto señalado por un rayo de esperanza, y volver y observarte tiernamente mientras duermes en espera de que un soplo de amor entre tu pelo te devuelva a esta larga madrugada.

domingo, 26 de octubre de 2008

CON TODO CARIÑO PARA ESA AMIGA MIA A LA QUE LOS CRISTALES NO LE DEJAN VIVIR

Amiga mía, escucha bien la letra. MIRANDO PA TI.
Y a Javier Labandón, "El Arrebato", gracias por cantar lo que muchos hombres apoyamos y deberíamos gritar a los cuatro vientos. Amigo, éste si es un canto a la esperanza.

viernes, 24 de octubre de 2008

TAN SOLO ELLA, APURANDO LOS MINUTOS...



1. Lo sé, amada: ahora se me cae el pelo por mi vida salvaje,
y me tumbo en las piedras. Me veis beber el aguardiente más
barato, y camino desnudo al viento.


2. Pero hubo un tiempo, amada, en que fui puro.


3. Tuve una mujer que era más fuerte que yo, como la hierba
es más fuerte que el toro: se vuelve a erguir.


4. Ella vio que yo era malo, y me amó.


5. No preguntó a dónde conducía el camino, que era su camino,
y quizás iba hacia abajo. Cuando me dio su cuerpo, dijo:
esto es todo. Y fue mi cuerpo.


6. Ahora ya no está en ningún lado, desapareció como una
nube cuando ha llovido, la abandoné y cayó, pues ése era su camino.


7. Pero de noche, a veces, cuando me veis beber, veo su cara,
pálida en el viento, fuerte y vuelta hacia mí, y me inclino ante
el viento.


(Bertolt Brecht)


Ya no hace falta beber. El viento me trae su cara, su imagen y acompañándome en la noche me sobra todo. Tan solo ella, mi espacio, mis motivos, mi vida. Tan solo ella, apurando los minutos, sisando segundos al cielo para retrasar la marcha con la retirada de la noche y quedar de nuevo esperando, cara al viento, su sonrisa.

jueves, 23 de octubre de 2008

...NAVEGANTE ENTRE LOS PLIEGUES DE TU CUERPO...



Y las sombras se abrieron otra vez
y mostraron su cuerpo:
tu pelo, otoño espeso, caída de agua solar,
tu boca y la blanca disciplina
de tus dientes caníbales,
prisioneros en llamas,
tu piel de pan apenas dorado
y tus ojos de azúcar quemada,
sitios en donde el tiempo no transcurre,
valles que sólo mis labios conocen,
desfiladero de la una que asciende
a tu garganta entre tus senos,
cascada petrificada de la nuca,
alta meseta de tu vientre,
playa sin fin de tu costado.


Tus ojos son los ojos fijos del tigre
y un minutos después
son los ojos húmedos del perro.
Siempre hay abejas en tu pelo.
Tu espalda fluye tranquila bajo mis ojos
como las espalda del río a la luz del incendio.

Aguas dormidas golpean día y noche
tu cintura de arcilla
y en tus costas,
inmensas como los arenales de la luna,
el viento sopla por mi boca
y un largo quejido cubre con sus dos alas grises
la noche de los cuerpos,
como la sombra del águila la soledad del páramo.


Las uñas de los dedos de tus pies
están hechas del cristal del verano.
Entre tus piernas hay un pozo de agua dormida,
bahía donde el mar de noche se aquieta,
negro caballo de espuma,
cueva al pie de la montaña que esconde un tesoro,
boca de horno donde se hacen las hostias,
sonrientes labios entreabiertos y atroces,
nupcias de la luz y la sombra,
de lo visible y lo invisible
(allí espera la carne su resurrección
y el día de la vida perdurable)
Patria de sangre,
única tierra que conozco y me conoce,
única patria en la que creo,
única puerta al infinito.

(Octavio Paz)


Y yo al despertar, navegante entre los pliegues de tu cuerpo, encuentro tu mirada sonriente, maliciosamente juguetona, velando el imprevisible descanso y observando mientras la luna está en lo alto que queda la noche entera, y el día, y la vida para continuar soñando juntos.

lunes, 20 de octubre de 2008



Huele a soledad el campo
tan breve, tan sin sentido,
bajo un firmamento abierto
de par en par.
¡Apetito
de tierra sola, de tierra
desterrada, de caminos
que nunca llegan a Roma!
La carretera es un río
enjuto que no se acaba
y que no tiene principio.
Pero la esperanza enseña
a creer lo que no vimos;
el aire, la luz, la música,
la palabra...
Desistimos
de andar mirando las cosas,
descubriendo los registros
concretos.
El alto cielo
nos orienta con sus guiños
fulgurantes.
Levantamos
la mirada y transcribimos
su fausta telegrafía:
«¡Para el amor no hay caminos!»

(Victoriano Cremer)



domingo, 12 de octubre de 2008

AUNQUE SEA A LA OTRA ORILLA ACAMPAREMOS...



Os palpé en esta lluvia,
no en el aire,
sino en la tierra, tras haber caído
-entre la hierba fría
y caliente, como una boca
grande y verde que no devora tiempos:
mis manos ahora huelen
a aceite de podrido
y lujuriante azahar (mis dedos,
ya planetas del árbol)
y también a una axila rosa
y al escozor de un vientre
no virgen, tras la lluvia.

Estabais allí tras el agua
-o sea, allí en la lluvia-
como jugando a ser espejos
más que su fibra ambigua,
pero era vuestro el aire.

(Angel Crespo)




Como siempre digo, cada día me presenta nuevas sorpresas y nuevos alicientes. Esta vez llegué a tiempo, mi profesor, uno de los dos que más me marcaron no cogió esta vez la barca en busca de nuevos lares donde aposentarse como hizo Rafael. Esta vez, y no como la otra, llegué a tiempo de desearle lo mejor, y lo mejor se cumplió, está de nuevo entre nosotros mientras la barca que cruza a la otra orilla permanece atracada y quieta, sin acercarse al luminoso punto de amarre del otro lado.

Como me ocurre con toda esa época, parece que no pasaron los años, que todo sigue ahí, en torno tuyo, las noticias malas y las buenas, la gente que se ha ido y la que se quedó arrimando el hombro para que el escenario continuara siendo el mismo en el que te encontré. Porque tu eres el nexo de unión entre el ayer y el hoy, por la esperanza que nunca falta, por la comunicación inmaterial, por las miradas al cielo estrellado en busca tuya.

Asi cada día veo de nuevo como la tramoya vuelve a reproducir aquellos momentos con noticias nuevas. Hoy gratas, muy gratas,pero seguramente menos que las de mañana, pues ya anuncia el próximo atardecer un nuevo capítulo de vida, mejor seguro, que vendrá para mantener siempre despierta el alma en busca de esos detalles que casi nadie ve pero que son los pregoneros de la belleza general que nos rodea y sobre la que hicimos un pacto eterno de unión, suba quien suba a la barca.

Aunque sea en la otra orilla, acamparemos a la espera del otro, en la seguridad de que ese río aparentemente separador no es más que una continuación de los sentidos que nos permiten cumplir esa antigua promesa de Amor.

sábado, 11 de octubre de 2008

DANCE ME TO THE END OF LOVE

Para ti, para mi, para nosotros. Que cuando alguien, alguna vez, en algún lugar, levante la mirada al cielo, en noches de luna clara nos vea bailando, juntos, hasta el final.



Dance me to your beauty with a burning violin
Dance me through the panic 'til I'm gathered safely in
Lift me like an olive branch and be my homeward dove
Dance me to the end of love
Dance me to the end of love
Oh let me see your beauty when the witnesses are gone
Let me feel you moving like they do in Babylon
Show me slowly what I only know the limits of
Dance me to the end of loveDance me to the end of love
Dance me to the wedding now, dance me on and on
Dance me very tenderly and dance me very long
We're both of us beneath our love, we're both of us above
Dance me to the end of love
Dance me to the end of love
Dance me to the children who are asking to be born
Dance me through the curtains that our kisses have outworn
Raise a tent of shelter now, though every thread is torn
Dance me to the end of love
Dance me to your beauty with a burning violin
Dance me through the panic till I'm gathered safely in
Touch me with your naked hand or touch me with your glove
Dance me to the end of love
Dance me to the end of love
Dance me to the end of love

(Leonard Cohen)

LA ESPERANZA APASIONADA QUE ME EMPUJA HACIA DELANTE...



Puesto que apliqué mis labios a tu copa llena aún,
y puse entre tus manos mi pálida frente;
puesto que alguna vez pude respirar el dulce aliento
de tu alma, perfume escondido en la sombra.


Puesto que me fue concedido escuchar de ti
las palabras en que se derrama el corazón misterioso;
ya que he visto llorar, ya que he visto sonreír,
tu boca sobre mi boca, tus ojos en mis ojos.


Ya que he visto brillar sobre mi cabeza ilusionada
un rayo de tu estrella, ¡ay!, siempre velada.
Ya que he visto caer en las ondas de mi vida
un pétalo de rosa arrancado a tus días,


puedo decir ahora a los veloces años:
¡Pasad! ¡Seguid pasando! ¡Yo no envejeceré más!
Idos todos con todas nuestras flores marchitas,
tengo en mi álbum una flor que nadie puede cortar.


vuestras alas, al rozarlo, no podrán derramar
el vaso en que ahora bebo y que tengo bien lleno.
Mi alma tiene más fuego que vosotros ceniza.
Mi corazón tiene más amor que vosotros olvido.

(Victor Hugo)



No llovía, pero el cielo se volvía oscuro por momentos, trayendo olores húmedos de tierra mojada mientras el aire golpeaba contra mi cuerpo, enfrentado a la tormenta dejando que el viento llevara tu nombre robándolo de mis gritos, en una dura batalla entre el silbido profundo y ronco del vendaval y la voz que oponía a su avance gritando, tu nombre.

Ni el frío beso del viento en la cara me hizo abandonar y retirarme. Disfrutaba, gozaba viendo como solo la fuerza de la tormenta se acercaba al torbellino interior que produce en mi tu recuerdo, y cuanto más gritaban las nubes arrastradas por esa corriente de poder que chocaba contra mi voluntad de contrarrestar al frío vendaval la pasion cálida de tu nombre en mis labios, más libre me sentía hacia tí.

Fuerza contra fuerza, interior contra exterior, el aire me traía olores húmedos, de tierras lejanas mojadas por la lluvia, y tu presencia se hizo latente entre la confusión y mezcla de olores, frío y ventoso gris que ya nos rodeaba porque de nuevo estabas conmigo fundidos en esa fuerza sobrenatural que azotaba las altas copas de los cipreses mientras el campo gemía acunado violentamente por la poderosa pasión desatada.

De nuevo tu, tu y la esperanza apasionada que me empuja hacia delante, a la vida, a sentirla, a sentirte en ella arrastrándome a lo alto, levantándome.

martes, 7 de octubre de 2008

...PARA VOLVER A PASAR LA YEMA DEL DEDO SUAVEMENTE POR ENCIMA DE LO ESCRITO.



Ha apoyado la frente en el cristal
frío, empañado, con trasluz de invierno.
Escribe el nombre de ella y, a través
de las líneas que traza con el dedo,
la ha visto en un paraje solitario
con el mar y las rocas en la noche.
Al fondo, las estrellas: de pronto, las gaviotas
alzan el vuelo como un resplandor
al paso de un falucho. Se ha engañado:
detrás de la ventana hay una calle
que el alba hace más triste, sin un alma,
con coches aparcados.
Tras las líneas comienza a amanecer:
el sol naciente borrará ese nombre
en la escarcha rosada del cristal.

(joan margarit)


No importa nunca lo que escriba en el cristal, ni nunca lo que realmente viva detrás de su fría superficie, siempre, siempre te encuentro. Marco tu nombre con los dedos y las gotas que bajan por el frío vidrio van conformando la figura de un corazón que encierra tu nombre junto al mío que no escribo pero que el vaho se empeña en unir al tuyo.


Me gusta, una vez tu nombre resaltando en la opaca mantilla que cubre el cristal, exhalar el aire de mis pulmones y ver como se une a las letras el caliente aire que mantuve en mi interior, para volver a pasar la yema del dedo, suavemente por encima de lo escrito. Quizás fuera habite el frío, pero en este momento, en la habitación estamos solos tu y yo, el vaho con tu nombre y mi dedo por encima, resbalando, marcando los números infinitos de una combinación de amantes para llamarte a mi lado.


sábado, 27 de septiembre de 2008

...cuando los ojos se me cierren y todo seas tu.



Palabras,
donde se reflejaba el alma del hombre
-desnuda y sorprendida- en los orígenes;
busco un ángulo en el mundo, un oasis
propicio en que lavaros con mi llanto
de la mentira que os ensucia. Juntos,
el cúmulo de recuerdos espantosos
se desharía como nieve al sol.
(Umberto Saba)



¿Y la suerte de avanzar por el camino del destino sin miedo por desconocer lo que espera al otro lado? Es magnífico, cruzar el puente con la certeza de que lo que se encuentre más allá será tan nuevo y desconocido que merecerá la pena aventurarse por la misteriosa senda para vivir sensaciones nuevas.

Aunque, como si de niebla se tratara, la visión se nos niegue y la solución, la única, sea la de ir a ciegas hacia allí si queremos apurar todo,descubrirlo, mientras dentro de mi, estoy seguro que en ese otro nuevo paisaje, también estarás presente, acudiendo a mi lado cuando los ojos se me cierren y todo seas tu.

viernes, 26 de septiembre de 2008

ETERNAMENTE AGRADECIDO

A los que me quisieron y a los que no, a los que me ignoraron pensando que me hacían daño. A los que con sus buenos ejemplos me enseñaron que nunca debía seguir sus pasos; a los "crápulas" y golfos que insistieron en que aprendiera que la vida es maravillosa y merece la pena vivirla intensamente. A los que me protegían y a los que buscaban dañarme; a aquellos de los que aprendí y también de los que no pude, aunque juro que lo intenté, aprender nada. A los buena gente, a la mejor gente y muy especialmente a la "mala gente" según los cánones invertidos de la sociedad. A la vida, de la que abusé tanto (y ella se dejaba divertida), a todos, de corazón, (no fiaros mucho), ETERNAMENTE AGRADECIDO.

...hasta la linea que separa la madrugada del amanecer...



¡Tú, tú, tú, mi incesante
primavera profunda
mi río de verdor
agudo y aventura!

¡Tú, ventana a lo diáfano:
desenlace de aurora,
modelación del día:
mediodía en su rosa,

tranquilidad de lumbre:
siesta del horizonte,
lumbres en lucha y coro:
poniente contra noche,

constelación del campo,
fabulosa, precisa,
trémula hermosamente,
universal y mía!

¡Tú más aún: tú como
tú, sin palabras toda
singular, desnudez
única, tú, sola!

(Jorge Guillén)



Torbellinos que arrastran de pasión mi sueño.Tormentas y tempestades con los que me acerco a ti, dejándome llevar por el huracán de tu recuerdo hasta la linea que separa la madrugada del amanecer permaneciendo junto a tu imagen en la retina para siempre grabada.

Ni el mayor de los tifones se asemeja al latido que golpea mi pecho al presentir tu cercanía mientras volamos entre luceros y estrellas que apagan, vergonzosas, sus brillantes cristales atenuadas por el calor que desprenden nuestras presencias en el cosmos del profundo yo interior que nos presta el espacio donde estrecharnos la mano mientras susurro un por fin.

...DEL PRIMER BESO APRESURADO, DE LA MANO EN EL HOMBRO TEMBLOROSA, Y UN BOTÓN QUE TENAZ SE ME RESISTE.




Esperar es peor que nacer,
porque solamente espera el que se muere
de esperar sin hacerse con la vida
otra cosa que esperar. El esperarte.

Y atada a esa tu espera que me gasta
y que gasta tu vida sin traerte,
aquí me estoy muriendo de ansiedades
porque cabe, tremenda, esta esperanza.

Cada día, ¡oh tú que te retrasas!
sin saber que nos vamos alejando,
es menor la distancia irreparable
de pensar, de esperar, que nos aleje.

Y aquí sigo esperando, nada intento
por huir al tormento de tu espera.
Ya no sé si allá fuera de mi vida
quedan otros o no, queda quien ande!

solamente por ti, por cuando llegues,
a solas esperándote te espero.
(Carmen Conde)


Esperar que la noche te me acerque, ilusión que me mueve en la mañana, y volando como gansos en la tarde encontrarnos entre nubes en lo alto. Aterroriza pensar un día sin que espere como espero desde hace tantos años, pues la espera es motor que mueve el reloj de la vida enamorado.

Bendita espera que mantiene el sabor del primer beso apresurado, de la mano en el hombro temblorosa, y un botón que tenaz se me resiste. Necesaria espera que maestra, educa a la edad no envejecer, manteniendo en la espera la certeza del encuentro en el poyo de la valla del colegio, cuando ya tan solo existe en los sueños ese poyo y esa valla.

Desgraciado el que carece de la savia que es la espera de conseguir aun en sueños lo imposible. ¿Lo imposible? que sabreis de lo imposible, si la espera es eso, la certeza, pues sin ella no hay posible, no hay espera... nza, no existes.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Otoño, otro otoño en el que las hojas de tus cartas continuan sin caer al frío suelo del olvido.



Eras, instante, tan claro.
Perdidamente te alejas,
dejando erguido al deseo
con sus vagas ansias tercas.


Siento huir bajo el otoño
pálidas aguas sin fuerza,
mientras se olvidan los árboles
de las hojas que desertan.


La llama tuerce su hastío,
sola su viva presencia,
y la lámpara ya duerme
sobre mis ojos en vela.


Cúan lejano todo. Muertas
las rosas que ayer abrieran,
aunque aliente su secreto
por las verdes alamedas.


Bajo tormentas la playa
será soledad de arena
donde el amor yazca en sueños.
La tierra y el mar lo esperan.


(Luis Cernuda)

Otoño, otro otoño en el que las hojas de tus cartas continuan sin caer al frío suelo del olvido.

Perennes, resistentes al paso del tiempo, en permanente primavera acercándome al calor de tu recuerdo, y al mismo tiempo, frágiles y hermosas, como las azucenas; frágiles por depender su viveza del sueño que alimenta la esperanza, y hermosas, muy hermosas, como el tiempo añorado en el que andábamos por los caminos, de la estación, del colegio, del yo que se los nombres si solo tenía ojos para ti.

Otoño, otro otoño más en el que a través de las gotas de lluvia que absorbe con avaricia la tierra seca del verano me veo reflejado bebiendo las palabras de tus cartas recibidas tiempo atrás como esa dura y seca tierra bebe de la nube que alimenta su poder. Asi eres tu, mi nube, mi azucena, mi otoño, mi primavera, nunca invierno frío reservado ni calor anestesiante. Eres vida y fuente, que al fin y al cabo es o mismo, agua que da fuerza, que genera, que regenera.

Otoño, otro otoño en el que las hojas de tus cartas continuan sin caer al frío suelo del olvido.

lunes, 22 de septiembre de 2008

TAMPOCO EL LEJANO HORIZONTE DELIMITANDO DOS MUNDOS...


Nada tengo de ti, sólo una lenta
comunidad de sombra en la mirada,
y esta necesidad desesperada
que crece sin vivir muerta y violenta.
Dura la sombra hasta que viene el día
y el sol entre los hombres se reparte,
¡qué color tendrá el ojo al contemplarte
si así lo enciende ya tu cercanía!
Mis ojos que en el viento están impresos
miran la noche ya crecer empieza
este quieto empujón de la tristeza
que gasta el andamiaje de mis huesos.
El alba es la inocencia de la aurora,
cuando venga la luz vendrá contigo,
la lentitud del cielo es un castigo
y una habilitación que siento ahora.
Si el sol andando a pie viene en mi ayuda,
aún le falta su luz a la mañana,
no puedo verte y la memoria es vana,
no puedo hablarte y la palabra es muda.
La ausencia tiritante y aleada
se acorta convirtiéndose en espera,
si ceniza de ayer es la ceguera,
ceniza de esperar es la mirada.
La noche que es inútil como un ruego
va maniatando al mundo en su atadura,
y deja en el mirar la quemadura
de ti que me hace verte o me hace ciego.
Para volverte a ver sólo es preciso
que el lucero del alba empiece el vuelo
sobre La Golondrina, y en el cielo
haya un lento deshielo circunciso.
Tengo la sangre convertida en plomo
y la esperanza convertida en fe,
vivir para mirar sin saber qué,
mirar para temblar sin saber cómo.
Si el cielo dice que la luz vendrá
el sol está esperando todavía...
¡qué fuerza le da al hombre la alegría!,
ando tu sombra que en el suelo está.
Los ojos viven lo que están buscando
y hablo en voz alta para estar contigo;
puedo decir: Vendrás, y si lo digo
mañana es sólo una palabra andando.
¿En la lluvia mis manos reconoces?
tal vez nos está uniendo en sus extremos,y
en este mismo instante ya tenemos
un solo corazón que habla a dos voces.
No puedo más, no puedo más, la cita
que hace girar al cielo ya no ceja,
y vienes con la luz como se deja
una palabra en el papel escrita.
El tiempo lañador y transitivo
va dejando en el aire tu traslado;
ya nos empieza a unir y ya ha empezado
la extraña gloria de sentirme vivo.
La ausencia es una luz interrumpida,
el cielo palidece y azulea,
y el sol que nos alumbra, nos recrea;
la espera terminó; llega la vida.

(Luis Rosales)



Con la caida de la tarde mis labios susurran plegarias rogando que, dormido ya, mi esencia se traslade a tu busca por los cielos. Si de noche la ilusión es encontrarte, de día cada cosa me recuerda a ti, tal es asi que de día, que de noche, tu presencia permanece en mis sentidos, acercándome a tu lado.

Nada importa si en el cielo se engalan por la noche las estrellas, ni si el sol por la mañana, coqueto y tímido se esconde tras una estela de nubes; ni sol, ni luna, ni l nubes ni estrellas, por muy brillantes que sean enturbian ese recuerdo de tus ojos al mirarme. Tampoco el lejano el horizonte, delimitando dos mundos eclipsa la, grabada en la mente tengo, bella imagen de tus labios al hablarme, ni los campos de trigales ondulados por el viento compiten, sabios, pues perderían, con el vaiven de tu pelo, que guardo en mi pensamiento.

sábado, 20 de septiembre de 2008

...DE LA FLOR QUE CREE QUEMADA...






Yo soy la flor quemada por el aire
y la golondrina que ansía un nuevo cielo
Yo soy la espuma que la marea sacude
y el verde que ya no es tan verde de los campos.
Yo soy el otoño salvaje,
la luz amarilla y tenue de las tardes,
la tierra agrietada y seca
y las gotas tímidas de lluvia que acaricia el aire.
Yo soy el último baño del verano,
las sensaciones que sepultó la arena
y el girasol mustio en la era.
Yo soy la lágrima que se abraza al recuerdo,
El poema nunca escrito
y el higo que cae de la higuera.
Yo soy la mano que recoge el fruto,
la hoja seca que aplastó el olvido
y el aire que sin consuelo gimotea en tu ventana.

(Isabel Rivera Beltrán)



Ella es la vida que renace en las cenizas, el ave fenix reencarnado, la vencedora en toda guerra por perderlas, a sabiendas que más ofrece el que por convicción se retira que el que orgullosamente se presta al ciego combate de la sinrazón e ira.

La compañera en apuros que se olvida de lo suyo para proteger su gente. El oido que te escucha mientras cierra sus problemas, la mano que te levanta aun a costa de sus fuerzas. La palabra siempre amiga eternamente de guardia, para ofrecerla al sediento de ilusiones y esperanzas.

De sus fuerzas nada sabe, se mantiene abandonada, pesimista de si misma, caida, a veces cansada, pero siempre, siempre surge como fenix, aquel ave, de la flor que cree quemada por el aire ese del sur que prende vida en las alas con las que remonta vuelo para ser la Isabel esa, la amiga, la compañera, la del otoño salvaje, la de alegres primaveras pasadas en El Retiro, entre las hierbas aun frescas y eternamente tu mano, eternamente... poeta.

...ORGULLOSO BALUARTE DEL AMOR Y DE PROMESAS, EL BANCO DEL HOMENAJE ALTIVO Y CLAVADO QUEDA



Sentir intensamente la vida. Haber amado
y haber sufrido mucho, tener el alma ciega
esperando en la sombra una luz que no llega
o empeñada en dar vida a un sueño ya pasado.


Amar lo fugitivo. Enamorarse de una
sonrisa, de una sombra... Sentir la poesía
de alguna melancólica y lejana armonía
que, de un balcón abierto, vuela bajo la luna.


Despreciar lo mezquino. Hacer con loco empeño
del ensueño la vida y de la vida ensueño...
Extenuarse en una larga caricia loca;

y al final de una tarde magnífica y florida,
esfumarse en el cielo, abandonar la vida
con un sonoro verso de amores en la boca.

(Francisco Villaespesa)

El banco vacío y roto, símbolo del uso y disfrute entre sus tablas de la hermosa compañía. ¿Quien lo querría barnizado y nuevo por no usarse sus maderas?

Triunfo de la vida y notario de noches en vela abrazados los cuerpos en refugio, no de la brisa marina, compañera, sino abrigo de miradas indiscretas. Dos en uno que sujeta y se presta, firme madero, celestino de vetas moldeadas, a la cita clandestina, a la nunca cita a ciegas. Firme y férreo centinela, orgulloso baluarte del amor y de promesas, el banco del homenaje altivo y clavado queda, preso en su hermosa condena, entre las dunas y juncos esperando otras parejas que apoyándose en sus tablas se juren noches eternas.