ACERCATE Y SIENTATE UN RATO, ESTÁS EN LA TABERNA DEL MONO ROJO, AQUÍ TODA ILUSION ES POSIBLE.

ACERCATE Y SIENTATE UN RATO, ESTÁS EN LA TABERNA DEL MONO ROJO, AQUÍ TODA ILUSION ES POSIBLE.
Casi sin pensarlo nos fuimos sentando, uno tras otro, en torno a la chasca que encendió el Cipri, y asi pasamos la noche, escuchando las historias que alguien, no se quien, cualquiera que fuese, narraba despacito, creando un entorno de magia y misterio del que no queríamos salir.

QUE LA POESIA NOS SALVE DEL MUNDO

QUE LA POESIA NOS SALVE DEL MUNDO
LO IMPOSIBLE SOLO EXISTE EN TU VIDA

domingo, 9 de noviembre de 2008

TE ENTREGO LOS DIAMANTES QUE FORMAN LAS NUBES EN EL CIELO...



Si pudiera yo darte
La luz que no se ve
En un azul profundo
De peces. Si pudiera
Darte una manzana
Sin el edén perdido,
Un girasol sin pétalos
Ni brújula de luz
que se elevara, ebrio,
al cielo de la tarde;
y esta pagina en blanco
que pudieras leer
como se lee el más claro
jeroglífico. Si
pudiera darte, como
se canta en bellos versos,
unas alas sin pájaro,
siempre un vuelo sin alas,
mi escritura sería,
quizá como el diamante,
piedra de luz sin llama,
paraíso perpetuo.

(Giovanni Quessep)





Tal vez ya lo entiendas y estas palabras no hicieran falta. Quizás ni tan siquiera leas algún día estás letras encadenadas una tras otra mostrando tan dentro de mi que a veces me sonrojo al pensar lo desnudo que me quedo ante todos, pero me es igual, porque llevo años dándote lo que nadie quiere, lo que nadie aprecia, la sencillez hermosa de una pequeña flor azul que se cruza en mi camino, la sonrisa que le mando al que en la mañana encuentro poniendo un café que casi siempre dejo a la mitad, el gracias por nada y por todo que a menudo sale de mis labios presionados por el corazón. La alegría de ver brotar nuevos capullos entre el cesped del parque de pequeñas margaritas que saludan a la ciudad agotada. El admirable desfile de la procesionaria entre los pinos del jardín, marciales orugas exploradoras entre hojas de pino secas. Te entrego los diamantes que forman las nubes en el cielo cunado aparecen ocultando al tímido sol de otoño, la sombra de la estatua reflejando la decadencia de un rey, no importa el nombre, en el centro de la Plaza, y mis manos entre las tuyas como regalo mutuo de comprensión. Quizás por eso mi escritura no es piedra de luz, no es gema, no es diamante, es tan solo reflejo de mi, de la entrega, la pasión por tí, por lo que eres, por lo que encierras. Quizás tan solo sea mi escritura algo tan efímero como la vida de la mariposa, sin llegar ni de lejos a su belleza, pero si tan intensa que disfruta en su ignorancia por la proximidad de la parca de todos y cada uno de los colores con que la naturaleza premia, y se conforma, sin oro, sin perlas, sin gemas. Tan solo espacio para vivir y colores para posarse. Tu eres mi espacio, tu mi color, tu eres mi gema.

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