ACERCATE Y SIENTATE UN RATO, ESTÁS EN LA TABERNA DEL MONO ROJO, AQUÍ TODA ILUSION ES POSIBLE.

ACERCATE Y SIENTATE UN RATO, ESTÁS EN LA TABERNA DEL MONO ROJO, AQUÍ TODA ILUSION ES POSIBLE.
Casi sin pensarlo nos fuimos sentando, uno tras otro, en torno a la chasca que encendió el Cipri, y asi pasamos la noche, escuchando las historias que alguien, no se quien, cualquiera que fuese, narraba despacito, creando un entorno de magia y misterio del que no queríamos salir.

QUE LA POESIA NOS SALVE DEL MUNDO

QUE LA POESIA NOS SALVE DEL MUNDO
LO IMPOSIBLE SOLO EXISTE EN TU VIDA

martes, 10 de enero de 2012

NO HAY MÁS REALIDAD QUE NUESTROS SUEÑOS...


No hay que llorar porque las plantas crecen en tu balcón, no hay
que estar triste si una vez más la rubia carrera de las nubes te reitera
lo inmóvil, ese permanecer en tanta fuga. Porque la nube estará ahí,
constante en su inconstancia cuando tú, cuando yo -pero por qué nombrar el polvo y la ceniza-.
Sí, nos equivocábamos creyendo que el paso por el día era lo efímero, el agua que resbala por las hojas hasta hundirse en la tierra.
Sólo dura la efímero, esa estúpida planta que ignora la tortuga, esa blanda tortuga que tantea en la eternidad con ojos huecos, y el sonido sin música, la palabra sin canto, la cópula sin grito de agonía, las torres del maíz, los ciegos montes.
Nosotros, maniatados a una conciencia que es el tiempo,no nos movemos del terror y la delicia, y sus verdugos delicadamente nos arrancan los párpados para dejarnos ver sin tregua cómo crecen las plantas del
balcón, cómo corren las nubes al futuro.
¿Qué quiere decir esto? Nada, una taza de té. No hay drama en el murmullo, y tú eres la silueta de papel que las tijeras van salvando de lo informe: oh vanidad de creer que se nace o se muere, cuando lo único real es el hueco que queda en el papel, el golem que nos sigue sollozando en sueños y en olvido.
(Julio Cortázar)




No hay más realidad que nuestros sueños, siendo lo que llamamos real tan solo el escenario donde ensayamos lo que después viviremos sin saberlo, pues solo somos dueños de nuestros pensamientos, de nuetsras inquietudes, de nuestros deseos, siendo estos el conglomerado que conforma el timón por el que nos guiaremos por la travesía que surcamos queramos o no.

De nosotros depende la bravura de sus aguas, la fuerza de sus olas y el viento, ese viento del sur que embarazando las velas logra que atravesemos ese océano de ideas, de ilusiones que nos llevará a buen puerto aun sin llegar a ninguno, pues no hay mejor puerto que el de mantenerse fiel en la derrota que nos marca el camino por el que navegamos entre planos incomprensibles para quien varado queda en la playa.

La taza de té humea llenando la estancia de olores orientales que se mezclan con el incienso prendido en la alacena, y en la Taberna del Mono Rojo, una sonrisa me sorprende mientras, cerrados los ojos, surco esos mares de recuerdos y promesas que me llevan a ti.

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