ACERCATE Y SIENTATE UN RATO, ESTÁS EN LA TABERNA DEL MONO ROJO, AQUÍ TODA ILUSION ES POSIBLE.

ACERCATE Y SIENTATE UN RATO, ESTÁS EN LA TABERNA DEL MONO ROJO, AQUÍ TODA ILUSION ES POSIBLE.
Casi sin pensarlo nos fuimos sentando, uno tras otro, en torno a la chasca que encendió el Cipri, y asi pasamos la noche, escuchando las historias que alguien, no se quien, cualquiera que fuese, narraba despacito, creando un entorno de magia y misterio del que no queríamos salir.

QUE LA POESIA NOS SALVE DEL MUNDO

QUE LA POESIA NOS SALVE DEL MUNDO
LO IMPOSIBLE SOLO EXISTE EN TU VIDA

viernes, 10 de agosto de 2012

EXTRAÑOS SIGNIFICADOS



Me acuerdo que la veía siempre en la misma mesa, rodeada de hojas de papel rellenas de números y palabras sin significado aparente. Jeroglífico enigmático que la mantenía absorta, fija la mirada y puesta su atención solo en los folios que se esparcían por toda la mesa, dejando solo sitio a la taza olvidada de café, ya frío, que pedía invariablemente antes de sacar de su gran bolso de cuero viejo las carpetas donde guardaba sus tesoros, esas páginas donde se guardaban extraños significados que solo su mente podía comprender.

Si alguien, el Cipri o cualquier otro parroquiano se acercaba a la mesa con cualquier excusa, enseguida tapaba con la mano lo que estaba escribiendo y sin levantar la cabeza mantenía el silencio como única respuesta a lo que se le preguntara. Tanto es así que algún parroquiano se llevaba la mano a la sien dando vueltas con un dedo indicando que estaba loca. Inmediatamente el Cipri, con su vozarrón grave y cazallero llamaba la atención del que insultaba preguntándole si no tenía nada mejor que hacer. Quizás el Cipri la entendiera o supiera algo de ella que los demás ignorábamos, quizás por eso nunca la cobraba el café que por otra parte nunca hacía intención de pagar.

Hoy no ha venido tampoco, hace más de una semana que no se la ve por el Mono Rojo. El Cipri, cuando le he preguntado por ella tan solo, extendiendo la mano, me ha entregado una gruesa carpeta repleta de folios y hojas de papel con números, sumas, restas, multiplicaciones y palabras sueltas sin sentido para mi. Escrito en la carpeta, un título, "OTRA HISTORIA DEL MONO ROJO", y en su parte posterior una despedida, "TE DEJO MIS MEMORIAS, CIPRI, ES LO ÚNICO QUE TENGO. AHORA ME VOY, YA HE TERMINADO AQUÍ Y MARCHO. GRACIAS POR TODO. UN BESO, NALACITA".

Después, sin decir nada, Cipri me puso la jarra de cerveza de costumbre, y continuó restregando el trapo por los bordes de un vaso ya brillante, con la mirada perdida hacia la puerta, aunque juraría que de sus ojos rebosaba alguna lágrima rebelde, pero con el Cipri nunca se sabe, quizás sudara.

No hay comentarios: